jphnnyPORTADAEl pasado 2 de abril, en el Palau Blaugrana, Johnny Rogers disputó ante el FC Barcelona de veteranos su primer partido con la camiseta de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid. El californiano de 47 años,  que posee la nacionalidad española tras haber contraído matrimonio con una valenciana, exhibió ante el Barça un envidiable estado de forma siete años después de haber colgado las botas, dejando muestras de la enorme calidad técnica que le llevó a jugar en las mejores ligas del mundo durante casi dos décadas. Charlamos con él, entre otros asuntos, de su paso por un Real Madrid cuajado de estrellas en la temporada 1988-89, donde compartió vestuario con leyendas del baloncesto europeo como Drazen Petrovic o Fernando Martín, de su pronóstico para la primera plantilla de cara a la próxima Final Four de Barcelona, o de su actual ocupación laboral, vinculada a la NBA, tras abandonar la dirección deportiva del Pamesa Valencia en el año 2008.

 

Sacramento Kings, Cleveland Cavaliers, Real Madrid, Philips Milan, Panathinaikos, Olympiacos… La lista de equipos en los que militó Rogers a lo largo de su longeva carrera profesional compone un currículum que pone de relieve las cualidades por las que muchos de los mejores clubes del mundo contrataron los servicios del ala-pívot nacido en Fullerton (California) en 1963. Con 208 centímetros, la combinación de movilidad, fundamentos técnicos y corpulencia convirtieron al norteamericano en una pieza codiciada por los entrenadores por su polivalencia, anticipo de los versátiles ‘cuatros’ actuales. Además de poder de jugar como un ‘tres’ más en el perímetro y  fajarse en el zona con los pívots más rocosos, el equilibrado carácter de Rogers, un seguro en el vestuario de puertas para adentro, propició que su trayectoria se alargara hasta la temporada 2004 como resultado de su enorme valor para cualquier técnico interesado en tener un jugador capaz de reunir tantas aptitudes. Residente en Valencia, donde dirige el campus de tecnificación anual que lleva su nombre, hablamos con Rogers de presente, pasado y futuro…

 

¿Cómo fue tu paso por el Real Madrid en la temporada 88-89?

 

Sencillamente inolvidable. Recuerdo haber jugado partidos intensísimos, contra los Boston Celtics, la Unión Soviética… Si no recuerdo mal, creo que sólo perdimos ocho o nueve partidos en todo el año. Éramos un equipo tan fuerte, que recuerdo salir a la pista sintiendo que nadie podía ganarnos. Desafortunadamente, las lesiones nos impidieron cerrar un año para el recuerdo venciendo al Barcelona en los playoff.  Creo que, sin esos problemas, probablemente éramos una de los mejores plantillas de la historia del baloncesto europeo.

 

¿Cuál es tu mejor recuerdo de ese año?

 

Dentro de la pista, los dos títulos conseguidos: la Recopa y la Copa del Rey. Fuera de ella, guardo muy buenos recuerdos de la calidad humana de todos mis compañeros y del cuerpo técnico, desde Lolo Sáinz o Clifford Luyk hasta Paco Lopez, nuestro preparador físico.

 

¿Cómo era el club entonces?

 

Había mucha clase y orgullo, veías que formabas parte de algo realmente importante. Al llegar a una ciudad española siempre había mucha gente esperándonos en el aeropuerto o el hotel para vernos, fotografiarse y conseguir autógrafos.

 

barca2Háblanos un poco de la plantilla, llena de jugadores históricos como Petrovic, Romay o Martín… ¿Cómo se jugaba con ellos?

 

Y Birukov, Llorente, Villalobos, Antonio Martín, Cargol… Era muy fácil jugar con ellos mientras fuéramos conscientes de que debíamos anteponer el equipo por encima de las estadísticas individuales. Lolo hizo un trabajo muy bueno motivando a la plantilla, trasladando un mensaje claro de que lo importante eran los títulos, no el brillo personal.

 

Jugaste como ‘tres-cuatro’ cuando no había muchos jugadores de tu tamaño en esos puestos…

 

Sí, creo que es un factor importante en el baloncesto actual, sobre todo a la hora de abrir espacios y sacar a un defensor grande e intimidador fuera de la zona. Hace que sea más fácil buscar penetraciones e incluso permite a los hombres pequeños postear a sus defensores. A los “cuatros” con esta cualidad, en Estados Unidos les llaman ‘stretch fours’ porque estiran la defensa…

  

¿Desde cuándo eres miembro de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid?

 

Hace dos años que me convertí en asociado.

 

¿Por qué crees que es positivo que exista una asociación de este tipo? ¿Te mantiene en contacto con ex compañeros?

 

Creo que es importante para el club, para la afición y para nosotros, porque nos da la oportunidad de seguir haciendo lo que más nos gusta: jugar y pasar tiempo a viejos amigos y ex compañeros.

 

¿Estarás en la Final Four de Barcelona? ¿Cuál es tu pronóstico?

 

Sí, iré a Barcelona. Me encantan las Final Four, he jugado cinco y, a excepción de las de Moscú y Tel Aviv, he ido a todas desde 1999. Creo que Panathinaikos parte a priori como favorito, aunque su equipo no es tan fuerte como otras temporadas. Hay que valorar lo que han hecho después de perder hombres tan importantes como Spanoulis o Jasekivicius… No obstante, el Real Madrid tendrá sus opciones. Estaré allí para retransmitir los partidos en inglés para la Euroliga.

 

¿A qué te dedicas en la actualidad? ¿En qué consiste tu trabajo?

 

Soy coordinador de asuntos internacionales para los Oklahoma City Thunder de la NBA. Mi responsabilidad es aportar información y datos sobre jugadores al General Manager de la franquicia.  Entre mis tareas actúale, tengo la responsabilidad de monitorizar el progreso de Tibor Pleiss, uno de los jugadores drafteados por los Thunder el año pasado.

 

¿Te veremos como ‘head coach’ algún día?

 

Es una buena pregunta, porque no descarto la posibilidad de hacerlo algún día.

 

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