En esta sección, un exjugador del Real Madrid contará su experiencia acompañando al primer equipo en alguna de sus citas de la temporada. La posibilidad de realizar estos desplazamientos para apoyar al primer equipo de baloncesto es un gesto de cortesía que la dirección de baloncesto del club blanco, dirigida por Juan Carlos Sánchez, ha extendido desde hace varias temporadas a la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid. A continuación, reproducimos un texto escrito por Vicente Paniagua,  nacido en Alcazar de San Juan, y que ganó 3 Copas de Europa, 9 Copas y 10 Ligas a lo largo de una carrera en el primer equipo blanco que se extendió de 1966 a 1977.

He viajado a Kaunas acompañando al primer equipo desde el año 2009. Es una tradición que mantengo con una ciudad que siempre me ha gustado mucho. A pesar de no tener grandes monumentos siempre me ha llamado la atención por la pasión de la ciudad por el baloncesto y un campo único: el Zalgirio Arena. En él fui campeón de Europa con una selección U16 en la que participé en calidad de jefe de equipo y también estuve en un Mundial en el que acabamos cuartos. Casualmente, en ese campeonato de selecciones estaba Mario Hezonja, que con Croacia nos quitó el bronce. En nuestro equipo teníamos a un miembro de nuestra primera plantilla actual, Alberto Abalde, y a otros muchos canteranos.

En esta ocasión he viajado solo a Kaunas, aunque normalmente lo hacemos un grupo de cuatro veteranos, e incluso en esta ocasión hubo conversaciones avanzadas para que se jugará un partido de veteranos contra el Zalgiris antes del partido de Euroliga que por motivos que no vienen al caso ha acabado posponiéndose para otra ocasión. En realidad, decir que he viajado solo es faltar a la verdad, porque desde el principio me he sentido parte de la expedición casi como uno más del equipo, gracias entre otros al esfuerzo porque así fuera de Chus Mateo. Son tantos años viajando con ellos que los veteranos ya me conocen bien pero también los jóvenes, como es el caso de Eli Ndiaye, con quien me tomé una foto en este desplazamiento.  Además, en el vuelo también había un grupo formado por patrocinadores del equipo, en este caso de Palladium Hotels y Unicaja, que igualmente hicieron este viaje, bien acompañados por el gran Felipe Reyes.   

La primera noche no salimos, cené con el equipo y tuvimos la suerte de saludar a Jonas Maciulis, que estuvo con nosotros agasajándonos con unos obsequios de Kaunas. A la mañana siguiente, dimos una vuelta por la ciudad y estuvimos en el entrenamiento del primer equipo. A la hora de comer, me fui con Felipe Reyes y el grupo a un conocido restaurante que ya visitamos el año pasado durante la Final Four, cuando nos coronamos campeones de Europa. Quisimos que nos volviera a dar suerte y así sería. Estuvimos almorzando en un ambiente magnífico, ya que nuestra relación con los patrocinadores es excelente. Los más mayores se acuerdan de muchos jugadores de mi generación y cuando les contamos a los más jóvenes nuestras historias y todo lo que conseguimos se quedan asombrados.

Ya en el Zalgirio Arena nos colocaron muy cerca del banquillo, casi como en una continuación, junto a Felipe y a Alberto Herreros y con el equipo de Real Madrid TV. El choque, aunque no ya tuviera un especial interés en la tabla clasificatoria, fue, como siempre sucede en ese campo, un gran partido. Merecía la pena ganarlo aunque no hubiera nada en juego y así fue, gracias a una canasta en el último segundo de Gaby Deck, a quien pude felicitar nada más sonar el pitido final. Concluido el encuentro regresamos a Madrid sin ninguna incidencia y una nueva victoria en esta última jornada de una fase regular de Euroliga para la historia.

Quiero dar las gracias al director de la sección de Baloncesto, Juan Carlos Sánchez, por ofrecer la oportunidad a los veteranos miembros de nuestra asociación de regresar al pasado con estos viajes. Al estar cerca de los jugadores vives de nuevo la tensión anticipatoria del juego, la euforia posterior… recuperas la experiencia de ser jugador. Es un lujo que me gustaría recalcar porque es disponer de la oportunidad de viajar en el tiempo a unos momentos muy especiales de tu vida. También quiero agradecer a Chus Mateo y a todo su equipo, cuerpo técnico, médico, fisios o utilleros el trato maravilloso que nos dieron en todo momento. Ojalá podamos avanzar en playoff y nos veamos en Berlín de nuevo.  

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