El viernes 19 fue una mañana de encuentros. Nuestros queridos Emiliano y Clifford Luyk… Muchas caras conocidas al llegar al aeropuerto para coger el vuelo que nos pondría rumbo a la ciudad lituana de Kaunas, con su impresionante Zalgirio Arena, y un gran número de jugadores con pasado blanco como Sabonis, Kaukenas, Pocius o Kurtinaitis. El primer equipo llegaba a la Final Four de 2023 de la Euroliga tras realizar lo que nadie antes había logrado: darle la vuelta al playoff en cinco partidos a un 0-2 en el Stark Arena de Belgrado, una de las canchas más duras del continente. Mis compañeros de viaje en el ilusionante vuelo eran Quique Villalobos, José Miguel Antúnez, Toñín Llorente y Óscar González, todos miembros de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid, invitados para la cita a través Juan Carlos Sánchez, director de la sección de baloncesto del Real Madrid. En el avión, junto a nosotros, volaban también patrocinadores, personal de protocolo del club y familiares de jugadores.Ya en Kaunas, después de pasar por el hotel, esa misma tarde nos dirigimos a ver la primera semifinal y cómo el AS Mónaco asustó a todo un Olimpiacos que al final supo darle la vuelta al choque y convertirse así en el primer finalista tras ser llevado en volandas por sus aficionados, que tiñeron de rojo el pabellón lituano. Nuestro partido ante el Barcelona comenzó con dificultades debido al acierto desde la línea de tres puntos de los de Jasikevicius, pero la intensa defensa zonal planteada por Chus Mateo consiguió que nuestro equipo llegará al tramo final en condiciones óptimas para derrotar al Barça de nuevo en unas semifinales continentales. Con el agradable sabor de la victoria nos fuimos junto a los patrocinadores a cenar en un ambiente muy agradable y con una magnífica atención por parte de los organizadores de la cita. No nos faltó de nada, incluso Juan Carlos Sánchez se pasó por allí para estar con nosotros, y la cena sirvió para que todos nos conociéramos mejor.

IMG-20230522-WA0000Al día siguiente nos relajamos en un sábado en el que algunos decidimos ver la ciudad acompañando al grupo y otros se acercaron a ver el Adidas Next Generation Tournament, en el que jugaba nuestro equipo Junior. También quisimos pasar por el Radisson, el hotel en el que se alojaban los equipos, para transmitir nuestro ánimo a nuestros jugadores y técnicos. Por la tarde, una visita local más y una nueva cena, también en un entorno excepcional y con gente encantadora, que disfrutamos mucho al aire libre y bajo las velas. Después, muchos de nosotros decidimos ir a tomar algo y yo ejercí como guía, puesto que llevó muchos años visitando la ciudad y conozco bien muchos de sus rincones.

El domingo era el día de la verdad. Desayunamos ya hablando sobre la emocionante jornada que teníamos por delante y lo ya vivido. Paseamos algo por la mañana pero tanto Toñín Llorente como Quique Villalobos y yo no nos quisimos perder la final del ANGT en la que el equipo de Javi Juárez se coronaría justo campeón al derrotar con solvencia al combinado de la Euroliga: un potente Next Generation Select Team. Tenemos un equipo lleno de talento y jugadores muy prometedores, aunque prefiero no destacar a ninguno por encima de otro. Charlamos con Felipe Reyes y Dejan Bodiroga, presidente de la máxima competición continental y después nos marchamos al hotel, donde tuve el placer de saludar a nuestro presidente, Florentino Pérez, y a los miembros de su comitiva, y almorzar junto a ellos. Tras la comida dimos un último paseo por Kaunas junto al presi y su círculo más cercano haciendo tiempo para dirigirnos al pabellón.

Qué decir de la final. Hacía años que no me emocionaba tanto en un partido, que pude ver junto a amigos como Alberto Angulo, Pablo Sañudo o Teo Dueñas y fue algo increíble. En un ambiente adverso, bajo los pitos constantes de la afición griega, que incluso nos empapó con cerveza, nuestro equipo mantuvo la tensión y no bajó los brazos en ningún momento. Presenciar ese épico final fue una maravilla, algo realmente especial, un momento único. Asistimos a la ceremonia de entrega de premios realmente emocionados.

IMG-20230522-WA0001Después, nos dirigimos al aeropuerto sin creernos lo que habíamos visto. Era tarde, y en un avión de 240 plazas, junto al equipo, nuestro presidente, patrocinadores y familiares regresamos a Madrid cansados, pero como en un sueño. Pudimos felicitar y brindar con los jugadores y al cuerpo técnico, que se pasearon por el avión con la copa celebrando la gesta conseguida. Nos hicimos fotos con ellos y con el trofeo, volvimos a charlar con el presidente sobre nuestras anécdotas e incluso bromeé con Llull, al que le dije que ya nos había alcanzado a los de nuestra época con sus tres Euroligas. Ya en el aeropuerto, tres horas después, nos despedimos de amigos que serán para toda la vida con los que vivimos un fin de semana irrepetible. Desde nuestra asociación queremos reiterar nuestro agradecimiento al club y su sección de baloncesto, a la que nos une un estrecho vínculo de colaboración y una magnífica comunicación. ¡Enhorabuena a todos!

Vicente Paniagua tuvo una longeva carrera deportiva de 11 temporadas con el primer equipo. Nacido en Alcazar de San Juan, ganó 3 Copas de Europa, 7 Copas y 10 Ligas a lo largo de una trayectoria que se extendió de 1966 a 1977.

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