Este lunes tuvieron lugar en el Teatro Reina Victoria de Madrid los Premios del Deporte Fundación Ramón Grosso. El Real Madrid y su Fundación recibieron los premios ‘Fútbol’ y ‘Solidaridad en el Deporte’, respectivamente. Finalmente, el premio ‘Baloncesto’, al que estaba nominado nuestro compañero Pablo Laso, acabó en manos de la Selección Femenina de Baloncesto, una de las candidaturas favoritas por los méritos realizados, y fue recibido por la exjugadora Elisa Aguilar. Entregó este galardón otro miembro de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid: el gran José Luis Llorente.
Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, recogió de manos del futbolista Marcos Llorente el Premio Fútbol mientras que la Fundación Real Madrid, representada por su vicepresidente ejecutivo, Enrique Sánchez, hizo lo propio con el Premio Solidaridad en el Deporte.
Las Leyendas Blancas estuvieron presentes en el evento de dos formas: por un lado, con Llorente como encargado de entregar el Premio Baloncesto, un reconocimiento a un jugador/a, equipo o entidad deportiva de baloncesto que haya hecho algo extraordinario, bien por su juego, éxitos o actitud en el deporte de la canasta. Es aquí, con otros cuatro candidatos, donde figuraba otro miembro de la Asociación de Jugadores de Baloncesto: Pablo Laso, acompañado por Luka Doncic, Juan Carlos Navarro y la Selección Española Femenina de Baloncesto, que finalmente se hizo con el premio como reconocimiento a tantos títulos cosechados en los últimos años.
El premio, de 30 centímetros de alto y fabricado en resina pura es un diseño del reconocido artista internacional Eladio de Mora, dEmo, inspirado en el proyecto que la Fundacion tiene en Chad.
Ramón Grosso fue un respetado y admirado deportista que jugó en el Real Madrid durante los 12 años que duró su carrera y en la Selección Española. Además, todos los miembros de la familia, en mayor o menor medida, están vinculados al deporte. La Fundación Ramón Grosso utiliza el deporte como herramienta de motivación y como escuela de valores en Toukra, Chad, en un colegio con 1.500 niñas y niños, para poder proporcionarles un futuro mejor a través de su educación y su formación. Actualmente, en el colegio San Francisco Javier de Toukra, existen 6 escuelas deportivas (fútbol, baloncesto, balonmano, judo, kárate y gimnasia artística) que alimentan las esperanzas de estos niños y niñas.