La encuesta para conocer al mejor entrenador de la historia de la sección de baloncesto del Real Madrid ya tiene resultado. Después de varias semanas de votaciones, los usuarios de la página web ‘Leyendas Blancas’ señalan a Pedro Ferrándiz como el técnico más destacado del club blanco, muy pocos votos por delante de Lolo Sainz, segundo clasificado, y Clifford Luyk y Zeljko Obradovic, tercera y cuarta elección de los internautas respectivamente.
El técnico alicantino, miembro del ‘Naismith Memorial Hall of Fame’ de Springfield (EEUU) y del ‘Hall of Fame’ de la FIBA, ubicado en la sede de la fundación que lleva su nombre, ha sumado un 33% del total de las participaciones en la encuesta, tan solo un 1% por encima de Sainz, que precisamente fue escogido por Ferrandiz para sucederle llevando las riendas de la primera plantilla madridista en la temporada 1975-76 tras haber sido su segundo de abordo durante varias campañas. El resto de técnicos de la lista, por orden de obtención votos, son los siguientes: Clifford Luyk, Zeljko Obradovic (también muy igualados en votos con un 13,9% y un 13,4%), Bozidar Maljkovic, Sergio Scariolo y George Karl.
Considerado por muchos como el entrenador más laureado del baloncesto mundial, Pedro Ferrándiz fue un técnico innovador en sus planteamientos, que le llevaron a conquistar 12 Ligas y 4 Copas de Europa, entre otros muchos títulos, y pionero en la empresa de buscar grandes jugadores para la casa blanca en Estados Unidos. Su archiconocida “autocanasta» ante el Ignis Varese en 1962, un alarde de picaresca, obligó a la FIBA a retocar la normativa vigente de la época para impedir que una jugada de esas características volviera a repetirse.
El segundo clasificado de la encuesta, Lolo Sainz, recogió el testigo de Ferrándiz con extraordinarios resultados ante el complicado reto de estar a la altura de su mentor. Ocho Ligas, dos Copas de Europa y un Mundial de Clubes son algunos de los trofeos conquistados en su paso por el Real Madrid como entrenador, ya que en su faceta como jugador también cosechó un palmarés admirable. De los banquillos pasó a los despachos, donde también brilló. Su periplo al mando de la sección de baloncesto del club de la calle Concha Espina se coronó con una Liga ACB en la temporada 2004-05.