Con motivo del reciente fallecimiento de nuestro querido José Ramón Ramos, recuperamos este precioso texto que su hermano Vicente, compañero en la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid, le dedicó en enero de 2021 en su interesantísimo blog ‘Alumnos del Ramiro Promoción de 1964’:

‘NUESTROS REFERENTES’ …POR VICENTE RAMOS

“En cierta ocasión cenando en la Residencia de Estudiantes tras una de nuestras mensuales conferencias, hablando con alguno de vosotros comentábamos la importancia de la circunstancia de nacimiento en nuestras vidas. Sobre el derecho de ser iguales, el lugar y el seno familiar de nacimiento tienen una transcendencia vital, salvo casos excepcionales. Como dijo Manu Ginóbili en una ocasión, a mi me tocaron muy buenas cartas y solo hubo que jugarlas.

En nuestro partido de la vida resulta que en la primera jugada de nuestra vida no tomamos parte. Y hasta mucho después nuestros padres tienen la responsabilidad de elegir y decidir por nosotros, por lo que la familia es trascendental. Mis padres supervisando mi comportamiento, pero sin entrar directamente salvo aconsejarme lo mejor para mi. Siempre pude decidir cuando ellos quisieron cederme parte de su responsabilidad.

Para la continuación de la educación en casa, la elección del centro educativo es fundamental y mis padres hicieron la mejor elección posible. Ahora que podemos pasar revista y tener una perspectiva a largo, no me cabe más que agradecer de nuevo lo que mis padres me dieron. Incidí en ello también en este artículo

https://ramiro53-64.blogspot.com/2013/03/la-mejor-decision-de-nuestros-padres.html#comment-form

Pero además del referente de los padres, en nuestro caso formidables, yo he tenido en esta vida la fortuna de tener otro referente, en lo educacional, en lo deportivo y como mi mejor amigo que es, como consejero también. Y no es otro que mi propio hermano José Ramón. Tuve la fortuna de tener un hermano mayor al que seguir sus pasos y aprender de él. Con sus éxitos y sus tropiezos, que yo no repetía gracias a él. Recuerdo que mis padres decían: educa al primero que los siguientes le seguirán.

Cuando él cometía un error o tenía una vivencia no del todo satisfactoria, él me advertía o bien yo lo observaba y aprendía. Imaginad la ventaja que yo tenía. De modo que yo fui conformando mi personalidad como un calco de mi hermano mayor. Él al Estu, yo al Estu, él al Madrid, yo al Madrid, él a la facultad, yo a la misma facultad. Por tanto en lo académico, en lo deportivo, en gustos y aficiones, en todo fui un calco de mi hermano mayor. Afortunadamente fui aportando ciertos toques a mi personalidad que conformaron en la madurez un fenotipo diferente. El genotipo, como veréis por nuestro aspecto físico es el mismo.

Teníamos cuando éramos niños la costumbre de ir al cine del barrio (el cine Moderno que después sería el cine López de Hoyos) los sábados por la tarde con la “paga” que nos daban nuestros padres. Íbamos a la sesión continua y doble de las cuatro de la tarde para posteriormente salir pitando al Instituto Ramiro de Maeztu, en que todos los sábados proyectaban una película para los alumnos en su esplendoroso teatro-cine. Recuerdo una ocasión en la que teniendo José Ramón catorce años y yo diez, aproximadamente, había terminado algo más tarde la sesión de las cuatro y para llegar a las de las siete en el Ramiro, al salir del cine mi hermano me animó a correr tan rápido como pudiera, inspirando dos pasos y espirando los dos siguientes. Se trataba de ir corriendo desde López de Hoyos esquina a Cartagena hasta la calle Serrano, pasando por la glorieta de Ruiz de Alda, que no se como se llamará ahora. Como José Ramón veía que yo podía con el ritmo que implantó al comienzo, fue aumentando este progresivamente hasta alcanzar una cadencia realmente fuerte que debido a que conseguí aguantar hasta llegar a destino, allí entrando al Salón de Actos, este era realmente el nombre del teatro-cine del Ramiro, me hizo una caricia cariñosa en el cogote y me dijo “muy bien, Vicente”. Ese día tomé conciencia que sería deportista, como mi hermano, que ya jugaba y con mucho éxito en los juveniles del Estu.

Otra cosa que habré de agradecerle también es que me dejaba ir a jugar con los de su clase, lo cual acrecentaba mi nivel. Él era Ramos y yo Ramitos o Ramines. Debemos tener en cuenta que con dieciséis años (temporada 1959-1960), José Ramón ya jugaba con el “Equipo de Liga” y en el año del curso Preuniversitario, él con diecisiete y yo con trece, no había pareja que nos derrotara en los “tres pá tres” de los recreos y la salida de clase. Recuerdo que llevábamos al estilo de nuestro padre, que siempre vestía sombrero, unas gorras tipo camperas que hacían de nosotros una pareja temible en el campo viejo. Y aquello se debía a que José Ramón era tan gran jugador, que con poco que yo hiciera, bloquearle y meter las canastas chupadas que me cedía, era suficiente, porque él se encargaba de meterlas todas. Hagamos un repaso a su palmarés:

Con el Estudiantes

Campeón de la Copa de España 1963

Máximo encestador de la Liga Nacional Española en la temporada 1962-1963

Cuatro temporadas entre los cinco máximos encestadores de la Liga

Con el Real Madrid

5 Ligas (67-68, 68-69, 69-70, 70-71 y 71-72)
5 Copas de España (62-63, 66-67, 69-70, 70-71 y 71-72)
2 Copas de Europa (66-67 y 67-68)

1 Copa Latina (66-67)

Con el Equipo Nacional

Mejor jugador de los Campeonatos de Europa Juniors de Bolonia

67 veces internacional absoluto

Él consiguió justo las dos anteriores Copas de Europa a yo llegar al Real Madrid. A mi me costó intentarlo seis años conseguir la primera y diez la segunda. Compartí equipo, habitación y vivencias con él durante dos temporadas en el Estudiantes (63-64 y 64-65) y  cuatro más  en el Real Madrid (68-69, 69-70, 70-71 y 71-72) para él volver al Estudiantes, donde se retiró, mientras que yo lo hice en el Real Madrid.

Aún cuando siempre nos asocian a José Ramón al Estudiantes y a mi al Madrid, hemos jugado con las mismas camisetas e incluso cambiadas, como en la foto que os adjunto. Él con el Madrid y yo con el Estu.

En esta imagen entenderéis por que nos llamaban los herMONOS Ramos, porque éramos bajitos, peludos y muy saltadores…

Solo una espinita tenemos clavada ambos en lo deportivo. En el año 1968, José Ramón se encontraba haciendo la mili en Canarias y solicitado permiso por parte de la FEB para que pudiera asistir a los JJ.OO. de México 68, éste le fue denegado y no pudo cumplir su sueño de ser olímpico. Yo si fui seleccionado y asistí a los citados juegos, pero sin mi compañero de equipo, habitación, amigo y hermano, lo que supuso cierto dolor. Todo por culpa de la decisión de un generalote, virrey de Canarias, que privó de un bocado de gloria a un deportista excelso y merecedor de haber sido olímpico aquel año.

Analizad si ha sido importante mi hermano José Ramón en mi vida, que cuando tenía un concesionario Renault en la población madrileña de Arganda del Rey, apareció a comprarse un Renault 18 el jefe de personal de la compañía Tetra Pak, le preguntó si precisaban un químico y a los pocos días le llamó para preguntarle si hablaba inglés. Tras contestarle positivamente, me citaron un par de días para exámenes y entrevistas y ahí comenzó otra andadura de casi 30 años. Ambos trabajando en Arganda, lo que nos daba oportunidad de comer juntos de vez en cuando y a mi, tener el taller al lado del trabajo. Porque tuve diversos coches Renault, 8,11,18 y 25…

Y desde aquí os invito a que nos hagáis llegar vuestras experiencias junto a vuestros hermanos en el Instituto. Muchos pertenecéis a sagas de alumnos de mucha tradición en Ramiro. Os pedimos que os animéis a compartir con nosotros vuestras vivencias en este ámbito.

Vicente Ramos, 13 de Enero de 2021, afectado y melancólico por el derrumbamiento de la nevera…”

 

 

 

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