Este lunes tuvo lugar en Madrid la Asamblea General Ordinaria de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid, una cita de carácter anual en la que la Junta Directiva presentó a las Leyendas Blancas presentes su informe anual sobre la gestión de la entidad junto a un repaso a sus actividades. Además, coincidiendo con estas fechas tan señaladas, la cena posterior al acto oficial también ofreció una oportunidad única para que compañeros de equipo y de club, algunos con vínculos de amistad que se remontan varias décadas, volvieran a verse y recordaran grandes historias y anécdotas de su paso por la sección de baloncesto del Real Madrid.
Como cada año, la asamblea se inició con la lectura por parte de Rafael Rullán, presidente de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid, de un informe integral de la gestión del ejercicio que concluye en 2018 con el soporte de miembros de su Junta Directiva como José Antonio Muñoz, José Manuel Beirán, Fernando Romay, Vicente Ramos, Vicente Paniagua, Luis María Prada y Paco Capel y concluyó con la atención a ruegos y preguntas.
Este informe oficial dio paso a la parte más lúdica y humana de la reunión: el encuentro alrededor de mesa y mantel de jugadores en activo –Felipe Reyes– y exjugadores de la sección de baloncesto del Real Madrid como Juan Antonio Corbalán, Emiliano Rodríguez, Juanma López Iturriaga, Carmelo Cabrera, José Miguel Antúnez, Clifford Luyk, Ramón Guardiola, Zan Tabak, Pedro Rodríguez, Carlos Sevillano, José Ramón Ramos, José Luis Llorente, Cristóbal Rodríguez, Quique Villalobos, Joe Arlauckas, Mikhail Mikhailov, Iñaki de Miguel o Roberto Núñez, entre otros, que se encontraban entre los 60 asistentes a la asamblea.
Una vez más, las distintas mesas en la que los jugadores estaban dispuestos en la Arrocería La Esquina del Bernabéu fueron animándose progresivamente según avanzaba la velada gracias al intercambio de impresiones sobre temas de actualidad o el repaso de grandes historias con un magnífico pasado plagado de títulos como telón de fondo. Pero, ante todo, la asamblea fue una bonita reunión entre amigos y compañeros, uno de los motivos esenciales por los que se fundó la Asociación de Jugadores de Baloncesto hace 22 años.