Casi mes y medio después del inicio del Estado de Alarma en nuestro país por el COVID-19, charlamos con seis miembros de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid: Pablo Laso, Juan Manuel López Iturriaga, Vicente Paniagua, José Miguel Antúnez, Quique Ruiz Paz y Lucio Angulo, para saber cómo están viviendo estos complicados momentos y cuáles son sus rutinas y estrategias para afrontar el confinamiento.
– ¿Cómo estás llevando una situación tan extraordinaria como el actual confinamiento?
Pablo Laso: Imagino que como casi todos. Intentando hacer otras cosas, ocupar el tiempo de manera diferente a cuando estamos en plena temporada y pasar tiempo con la familia.
Juanma López Iturriaga: Pues todo lo bien que se puede llevar. Me considero afortunado al tener un trocito de jardín que me permite tomar un poco el aire. Y como soy una persona bastante casera, pues dentro de lo que cabe, y sobre todo en comparación a otra mucha gente que quizás no vive en tan buenas condiciones, digamos que me apaño bien.
Vicente Paniagua: La estoy pasando en Alcázar de San Juan. Llevo 41 días aquí porque me vine de Madrid debido a que mi hija y su marido son enfermeros en los hospitales Santa Cristina y Gregorio Marañón. Por eso creemos que mis nietos, de tres y cinco años, están mejor en el pueblo y además en una casa grande con corralón que en el piso de Madrid.
José Miguel Antúnez: Muy bien. Tengo la suerte de tener un jardín, perro para sacar a pasear con él por mi zona y media cancha de básket.
Quique Ruiz Paz: Es una situación extraña a la que tenemos que acostumbrarnos y saber generar y adecuar hábitos para esta época.
Lucio Angulo: Con tres niños pequeños esto es un balneario. Es ‘Marina D’Or, ciudad de vacaciones’, pero en casa. Además en el cole tienen a bien mandarnos 30 hojas de deberes. Por no hablar del teletrabajo: el mejor descubrimiento detrás de la penicilina.
– ¿Qué haces en tu día a día para combatir el no poder salir y el tedio diario?
P.L.: En primer lugar intentar organizar el día mentalmente. Por la mañana, sacar a la perra, hacer un poco de ejercicio, leer las noticias, y echar una mano en las labores domesticas… A partir de ahí, ya por la tarde, veo partidos y hago llamadas de teléfono. Más tarde salgo a aplaudir a los sanitarios cuando son las 20:00h. Pero bueno, no resulta fácil porque se convierte un poco en el Día de la Marmota.
J.L.I.: Procuro tener al menos dos o tres momentos de rutina diaria que me permite estructurar un poco la jornada. Aprovechando que mi mujer está sacando el titulo de monitor de yoga hago 4 o 5 días a la semana por la mañana y luego por la tarde me junto con mis amigo de Colgados del Aro y echamos unas risas y hablamos de baloncesto durante dos horas. Cuenta desayuno, comida y cena, bastante lectura, alguna serie, y el día no te da para mucho más.
V.P.: Pasamos el tiempo con los niños jugando, al baloncesto y al fútbol, corriendo… Pero tenemos rutinas diarias. Primero, dedicarle tiempo a las comidas: todo sano y casero. Después, una hora de lectura y escritura para la de cinco años y dibujo para el peque. También hago un repaso frecuente en redes sociales y veo el ‘Real Madrid Conecta» en RMTV.
J.M.A.: Hago mucha vida familiar, paseo a mi perro, juego al ajedrez y veo series.
Q.R.P.: Hago trabajo propio, estoy pendiente de los estudios de los chicos, hago deporte y limpieza general, y leo.
L.A.: ¿Tedio diario? Esto es el Parque de la Warner, un no parar. Me gusta mucho cuando me preguntan que serie estoy viendo. La última serie que vi fue “Verano Azul”. Muy recomendable para este momento.
– ¿Haces algún tipo de ejercicio? ¿Lo recomiendas?
P.L.: Sí, intento hacer algo todos los días. Un poco de remo, unas pesas, ejercicios con alguno de mis hijos…. Creo que es importante en este momento aprovechar para cuidar nuestro estado físico.
J.L.I.: Sí, por supuesto. Creo que siempre es recomendable, y mas en esta situación tan inesperada y extraña que estamos viviendo. Hay que mover el cuerpo que si no se anquilosa. Y viene muy bien para la cabeza, a la que hay cuidar tanto como al cuerpo.
V.P.: Hago toda la preparación física que uno puede. Carrera corta y caminar tres kilómetros. Hago pesas con garrafas de plástico de cinco litros y mucho trabajo con balón .
J.M.A.: Lo recomiendo al 100%. Yo hago rodillo con la bici cinco días a la semana y musculación cinco días a la semana. También juego al baloncesto con mi hijo y practico yoga dos días a la semana.
Q.R.P.: Sí, seguimos entrenamientos en YouTube y jugamos al Ping pong. En general llevamos una vida activa, arreglamos jardín, realizamos tareas de bricolaje… Recomiendo incluir un momento de práctica de deporte.
L.A.: Mucho, no paro. Corriendo detrás de un niño: “Ven aquí que no te voy a pegar” o “quítate las gafas”, separando a los mayores para que no se peguen. Hago lavadoras, limpieza, plancha, baile con los niños, zumba con la mujer… estoy sobreentrenado, lo que nunca me pasó como jugador.
– ¿Qué crees que podremos aprender de esta situación una vez haya acabado?
P.L.: Aunque suene muy filosófico, creo que de todas las crisis se aprende. A valorar mas el día a día que teníamos, a saber disfrutar más y, sobre todo, a pensar en qué hemos hecho mal para estar preparados en el futuro. Todo es un aprendizaje, a veces duro, pero aprendizaje.
J.L.I.: Que somos mas vulnerables de lo que pensábamos, que hay colectivos a los que hemos maltratado y ahora nos hemos dado cuenta que son fundamentales (y no hablo solo del sector sanitario), que un virus microscópico no entiende de clases, dineros ni procedencias, que esto requiere un buen trabajo en equipo donde cada uno tiene una tarea, que las criticas en mitad de partido no sirven para nada bueno, etc… Veremos si somos capaces de sacar alguna conclusión que nos valga para el futuro.
V.P.: Creo que saldremos adelante y que valoraremos más los pequeños detalles, aunque habrá que cambiar muchas cosas y ya nada será igual.
J.M.A.: Vamos a aprender a valorar más a los seres queridos y a que la salud es lo más importante.
Q.R.P.: Mi aprendizaje está siendo a navegar en aguas diferentes, comprobar que nos gobiernan unos incompetentes -y no hablo de ideología, hablo de gestión-, valorar más si cabe los equipos de trabajo que tengo en mis empresas y la cantidad de cosas diarias que hacemos absolutamente prescindibles.
L.A.: El valor de las pequeñas cosas. Disfrutar bajando la basura. El silencio de la casa a las tres de la mañana. El papel higiénico de tres capas…