Este sábado 23 de mayo falleció en EEUU Robert Lee Whitmore a los 73 años tras una larga batalla contra el cáncer de páncreas. El pívot norteamericano apenas fue jugador del Real Madrid durante un mes y medio, un período muy breve en el que mostró un gran talento y la capacidad para haber sido un jugador diferencial. La causa de tan fugaz periplo fue que Whitmore se vio involucrado en un desafortunado incidente al ser detenido con una pequeña cantidad de marihuana en octubre de 1969, un suceso que truncó su carrera en el club blanco. Wayne Brabender, que compartió tan breve espacio de tiempo con él recuerda su figura con cariño, destacando su enorme calidad en el campo y fuera de él.
Bob Whitmore aterrizó en España tras firmar una brillante carrera en la Universidad de Notre Dame, donde sumó 1.508 puntos y 1.043 rebotes en tres temporadas en las que se midió a jugadores como Kareem Abdul-Jabbar (ver foto), números que le sirvieron para ser elegido por los Boston Celtics en el Draft de la NBA con el 108º puesto de la 8ª ronda y para que, décadas después, su número 53 fuera retirado por los ‘Fighting Irish’ en 2019. El pívot de 200cm había llegado al Real Madrid en el verano de 1969 con la vitola de ser uno de los productos más prometedores surgidos de la NCAA y llamado a llenar el enorme hueco que había dejado Miles Aiken, pero un desafortunado incidente relacionado con la marihuana le costó una corta estancia en la cárcel de Carabanchel, donde según sus responsables exhibió un comportamiento modélico, y un brevísimo paso por la Dirección General de Seguridad, desde donde se tramitó su expulsión del país. El Real Madrid, que no dejó de atenderle y visitarle mientras estuvo entre rejas, fue consultado antes de que se tomara tan drástica decisión pero en el seno del club, cuya sección de baloncesto dirigía el mítico Raimundo Saporta, no quisieron poner en riesgo su reputación y ver el nombre del club blanco relacionado con un jugador vinculado con la droga. Whitmore regresó a EEUU y poco tiempo después, en la campaña 1973-74, se convirtió en entrenador asistente de su alma mater, sirviendo como mentor para el mismísimo Adrian Dantley, estrella de la NBA, All-Star y miembro del Hall of Fame.
El histórico Wayne Bradender, jugador del Real Madrid de 1967 a 1983, recuerda a Whitmore en la cancha como «un fuera de serie. Un jugador rápido, fuerte y coordinado, con buena muñeca y muchísima clase, capaz de tirar desde casi cualquier sitio. Nos hubiera dado un salto de calidad muy grande para poder aspirar a todo. Jugar en el Madrid no es fácil pero él tenía clase de sobra. Por aquel entonces yo estaba recuperándome de una grave lesión de rodilla y no pude jugar con él pero presencié sus entrenamientos con atención y se veía que era un jugador determinante”. Fuera del parqué, el norteamericano se integró muy bien en la dinámica de grupo: “Lo que pasó fue una pena porque en el poco tiempo que estuvo con nosotros vimos que era buen compañero, un tío fenomenal que se relacionaba muy bien e intentaba hablar con todos nosotros en español”, explica.
Eran otros tiempos y Whitmore cometió un error que le costó su futuro vistiendo de blanco: “Nosotros no nos enteramos después de lo que había sucedido. Poco tiempo después de enterarme del incidente decidí ir de vez en cuando a verle a Carabanchel para ver qué tal estaba y le llevarle comida. Recuerdo perfectamente que las autoridades responsables me comentaron que su comportamiento era ejemplar. Cuando se marchó le acompañé al aeropuerto. Fue triste porque la verdad es que era buena persona y había causado buena impresión a todo el mundo. Incluso a pesar de todo lo que sucedió, pocos años más tarde me enteré de que pidió ayuda al club con una carta de recomendación para un trabajo en EEUU y se le ayudó con ello”, relata el legendario alero blanco y miembro de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid.