Juan Antonio Corbalán ha terminado este sábado la sexta etapa del Camino Primitivo de Santiago con la llegada a la emblemática Praza do Obradoiro. compostelana. Durante una semana el mítico base del Real Madrid, que contó en su trayecto con el apoyo familiares y de numerosas figuras del mundo del baloncesto, ha sido el protagonista de la segunda edición de ‘O Camiño acaba no Obradoiro’, una bonita iniciativa creada con el fin de recaudar fondos para fines solidarios y para fomentar la difusión internacional del Camino de Santiago.
Un año después de la primera edición de ‘O Camiño acaba no Obradoiro’, en la que Terry Porter recorrió seis etapas desde Sarria a Santiago completando el último tramo del Camino Francés, en 2016 el elegido para recoger el bastón de peregrino del ex jugador NBA para realizar otras tantas etapas, esta vez del Camino Primitivo, ha sido el que fuera director de juego del equipo blanco de 1971 a 1988.
Acompañado por familiares y compañeros de la Asociación de Jugadores de Baloncesto del Real Madrid como José Luis ‘Indio’ Díaz durante el trayecto, y a través de mensajes en video de otros ilustres del equipo blanco como Fernando Romay, Quique Villalobos o Lolo Sáinz, Corbalán también ha contado con el apoyo generalizado del mundo del baloncesto español. Aíto García Reneses, Audie Norris o Fernando San Emeterio son sólo algunos de los nombres propios que han querido dar ánimo al base madrileño.
En la última etapa del camino, el doctor Corbalán salió desde O Monte do Gozo para llegar a su meta, la Catedral de Santiago de Compostela junto al cuerpo técnico del Obradoiro y la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, y varios representantes institucionales de la Xunta de Galicia, Obra Social la Caixa y Correos, patrocinadores e impulsores de la iniciativa.
Tras concluir su periplo, Corbalán ha explicado que se involucró en el proyecto “porque me parece algo muy bonito y solidario, relacionado con el deporte, que ha sido toda mi vida, y con una tradición y una ciudad que es patrimonio de los españoles. Lo llevamos todos en el corazón». «La sensación que tengo ahora es de un reto cumplido, porque a pesar de la dificultad, en la vida, si persigues las cosas y te acompaña la suerte, tienes tu premio, y Santiago es un premio», ha subrayado.
Como no podía ser de otra forma, el final del camino y la llegada a la catedral ha contado con las tradicionales peticiones al Apóstol. «Que haya gente que no sufra en el mundo y que los países que podemos solucionarlo entendamos que globalizar no significa acaparar sino que lo contrario, que es dar», ha sido el deseo de Corbalán ya en la Praza do Obradoiro.
Los beneficios obtenidos por esta segunda edición se destinarán a la Fundación Heracles con el nacimiento de la ‘Beca Corbalán’: una ayuda que conceda financiación a jóvenes y para que puedan jugar al baloncesto.
FOTOS: www.elcaminoacabaenobradoiro.com